20.3.07

El trabajo, en blanco (?)

La semana pasada (para ser mas precisa, el miércoles 14), a través de un buen conocido, me llamaron por teléfono para ofrecerme trabajo. Luego de una breve charla, acordamos la entrevista para el jueves a la mañana. A las 10.30 (puntual) llegué al lugar donde me citaron, y esa misma tarde me comunicaron que el puesto era mio.
Desbordada de felicidad por haber encontrado un trabajo donde no me sentiré explotada, hice todos los llamados pertinentes para comunicar la buena nueva.
Ya viernes, mi nuevo empleador me llama por teléfono para avisarme fecha, hora y lugar donde tenía que hacer el "pre-ocupacional".

"No va a ser tan terrible", pensaba, "me tienen que sacar sangre, hacer algunas preguntas y listo..."

Así llegué al día de hoy, lunes 19 de marzo.
Con la puntualidad que poco me caracteriza últimamente, llegué a la clínica indicada a las 9am y me anuncié en la recepción. Saqué un numerito del adminículo rojo (como si estuviese en la carnicería del barrio) y me senté a esperar.
Me atendió una persona bastante peculiar, parecía que era su segundo día de trabajo en ese puesto, rodeado de papeles y planillas, preguntaba todo lo que tenía que hacer, tipeaba como si el teclado fuese a morderle los dedos y no sólo tenía una letra completamente ilegible, sino que copió mal mi apellido unas 18 veces.

Hago acá un primer paréntesis para hacer una aclaración: para quienes desconocen de qué va el trámite, tuve que sacarme sangre, dejar una muestra de orina, sacarme placa de tórax y columna, electrocardiograma, una revisación con un médico clínico y, como si esto fuera poco, una audiometría. TODO para que me pongan en blanco.

Bien, continúo.
Este buen hombre, el recepcionista, con mi DNI en mano, copió mal mi apellido en TODAS las órdenes que hizo (de laboratorio, rayos, etc), motivo por el cual tuve que encargarme personalmente de deletrear mi apellido a cuanto médico, técnico o empleado administrativo que se me cruzaba (W, A, H, N, S, C, H, ... ZZZZZZZZZZzzzzzzzzzzzz)

Segundo paréntesis: mi apellido es alemán.

Malhumorada por el ayuno que se prolongaba cada vez más, me llaman del laboratorio. "Segundo piso, a la derecha".
- ok, gracias!, contesté amablemente.
Me sacaron sangre, dejé mi muestra en el frasquito (guácala!) y hasta acá no hubo mayores complicaciones.
De ahí, a Radiología...
"Tenés que ir a la otra parte del edificio, esta es la parte de guardia... por el pasillo al fondo, ahí en planta baja está rayos... "
- "ok, gracias", contesté, ya cada vez con menos amabilidad.
Fui y me anuncié en la recepción de Rayos. "Aguardá un segundito que el técnico está con un paciente".
El segundito se hizo como de 10 minutos, y a esa altura los minutos eran eternos. En los revisteros de las salas de espera había revistas de Motocross y deportes varios, lo que hacía aún más detestable la espera, no había ni medio chimento viejo que pudiera amenizar el momento.
Me estaba atacando un hambre voraz y veía pasar gente con café y medialunas, cosa que por poco no me dio ganas de llorar.
Finalmente, me atendió el radiólogo ("ponete de perfil..." "respirá profundo..." "no respires!!" ... )
Fue rápido. Demasiado como para que haya salido todo tan bien. Lo pensé, y asi fue: "... tenemos que sacar de vuelta una placa..."
Y de nuevo: - respirá profundo...

Salgo de rayos y vuelvo a la recepción de la guardia, por el pasillo al fondo.
"Mmmmbueno, ahoooraammm... ah, el electrocardiograma!!" ... "una firmita aca..." "aguardá un momentito y ya te llama la enfermera", dijo.
- ok. (Ya a esta altura, ni las gracias)
Me senté a esperar. Eran las 11 de la mañana.
Estaba con el estómago completamente vacío, me hacía unos ruidos que parecía que me hablaba en chino mandarín, casi dormida cabeceando al mejor estilo Palermo en el área grande y ya mi poca paciencia para tanto trámite estaba casi agotada.

De repente sale un enfermero.
"Guannsssyaif?... lo pronuncié bien??" preguntó, con una sonrisa a medias.
"No", contesté, "pero no importa" ... me daba lo mismo ser yo o ser Gonzalez. Solamente pensaba en mis ganas de salir de ahí.
Cruzamos medio pasillo y entramos a una sala donde había 2 pacientes más haciéndose el mismo examen. Refugiada por un biombo, me llenaron de cables y "chupetes", y en un ratito me hicieron el electro.

Tercer paréntesis: a todo esto, entre espera y espera, tuve que completar una planilla de 4(!) hojas oficio con preguntas del tipo:
fuma?
hace deportes?
le duele el hombro?
tiene acidez?
tuvo brucelosis?
se suicidó alguna vez?
tiene perro?
...?


Volví a la recepción por enésima vez, esta vez, contenta porque creía que ahí terminaba todo.
(Lógicamente, estaba equivocada.)
"Ahora tenes que ir al tercer piso a medicina laboral, saliendo del ascensor a la derecha."
No tenía paciencia para esperar el ascensor, asi que opté por las escaleras, y vuelta a esperar otros "minutitos".
Me hicieron una revisación así como quien se quiere sacar de encima un trámite más y acto seguido, algunas preguntas más del tipo "qué gusto tiene la sal?"
En el momento en que la Dra me toma los últimos datos y los ingresa en la computadora, me pregunta -"firmaste el consentimiento, no?"
- "eh?? consentimiento de qué???
- "Para que te hagan el análisis de HIV!"
...

Así fue que tuve que volver al laboratorio, al segundo piso del otro lado del edificio, y avisarle a la técnica que me había sacado sangre que agregue en la orden el análisis que faltaba y que me haga firmar el consentimiento.

"Ahora si, me voy!!" pensé alegremente...
Pasé por la recepción para avisar que ya había hecho todo, corroborar que no faltara nada, y poder salir sonriente de la clínica.

"No, mirá, te falta hacer una audiometría..."
"LRPMQLRMP!!!!!! ME QUIERO IR!!!!!!!" gritaba mi cerebro, mientras mi cabeza asentía con un movimiento automático ascendente y descendente.
"Tenés que ir al segundo piso, como yendo para el laboratorio, pero para la izquierda. Ahí te van a dar el turno"
"AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHHHHHH!!!!!!!!!!"
Mi cerebro seguía gritando con la potencia con la que unos años atrás grité el campeonato de Racing despues de diez mil años sin ganar, y mi cabeza seguía asintiendo con el mismo movimiento.
Obtuve el turno y, siendo ya las 12.30 del mediodía, huí despavorida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

te comento, por si no lo sabes que el analisis de HIV en los examenes preocupacionales esta prohibido por ley, es mas el examen es solo para que la ART sepa de tus enfermedades preexistentes a la hora de iniciar la relacion laboral, por lo tanto lo que hizo la clinica no sólo es poco ético, sino que es ilegal (es un arreglo entre la clinica y la empresa y no va a figurar en ningun papel, o sea si tenes HIV no te pueden NO tomar por eso, obvio van a argumentar cualquier otra pelotudez), ya se que puede no interesarte o darte lo mismo, pero me parecio que debias saberlo vos y los que lean esto porque es importante (perdon por el comentario academico, perdon si aburri o te cague el post)

Marvin dijo...

No, no lo sabía...
Y no te disculpes, se agradece el comentario!
=)

Saludos!